A deshoras te pienso y también a altas horas, de día y de noche. Cuando el sol corona el cielo y cuando la luna baña con su luz los claros de la selva.
Soy como esa selva que te acecha, ansiosa por ser descubierta, húmeda y mística, soy la que te llama desde el valle. Impaciente te espero como mariposa posada en la ventana, agitando sus alas con suavidad, pequeña y sin voz te anhelo a gritos.
Te pienso también en esas horas entre la vigilia y el sueño, antes de cerrar los ojos y en la oscuridad de mis párpados atrapo tu imagen.
Delicada tu figura se descompone en espectros de
¿Cómo no llorar en esta madrugada?
si eres el motivo de los recuerdos,
en mi ventana pronuncio tu nombre,
en mis lágrimas están mis deseos.
Y siento que me estoy vaciando,
la vida se me escapa entre oscuridades,
mis piernas se han rendido,
mis brazos yacen sin bríos.
Este cielo que se quedó sin luna,
son estas madrugadas infinitas,
que me abrasan el alma
es cuando más necesito de ti.
Sáname el alma,
cúbreme con tu bello silencio,
regálame de tus miradas tímidas,
acógeme entre tus amores.
Puedo prometerte lealtad,
valor, integridad, fidelidad,
pero sobre estos dones te concederé,
todo el amor que puedo crear.
Estar ahí para conocer tu tac
Voy a hacerte el amor con esta cancion by Nox-Arcana, literature
Literature
Voy a hacerte el amor con esta cancion
Estuve escuchando una canción,
aquella que habla sobre nosotros,
la escuchamos por primera vez
en la cafetería que solíamos frecuentar.
Y creo que podría morir en tus brazos,
escuchando nuestra canción,
mientras sostienes mis caricias,
podría morir, morir de amor por ti.
Voy a hacerte el amor con esta canción,
la reproduciré lentamente con mis labios,
y mis caderas la tocaran una y otra vez,
con el ritmo suave que nos llevará al éxtasis.
Porque hay algo acerca de nosotros,
un amor que habla sin palabras,
tan profundo que nos estremece,
nos rendimos a los acordes de su me
¿Cuál es el don del lobo? ¿Dónde radica el misterio de su maldición?
Helo aquí, que ahora que puedo decirlo, desde las interminables lenguas de los aullidos de mis compañeros, comprendo, que nuestro don es la maldición más deliciosa y acaso, dolorosa.
Porque aquel, el verdadero lobo, se entrega con pasión. Aúlla cuando los perros guardan silencio, gime cuando esas vulgares criaturas que se le parecen, permanecen echados al lado de su amo.
Somos libres, trotamos entre las oscuras materias de los dioses, flotamos en las ilusiones y creamos sueños a partir del mismísimo polvo. Nuestra naturaleza sedienta de sangre y amor es nuestra propia per